martes, 10 de mayo de 2011

Opinión de Ana Ribeiro, historiadora"El caudillo y el dictador".

"En mayo de 1811, solucionado el flanco paraguayo, la revolución iniciada e Buenos Aires envió tropas contra la realista Montevideo. Estaban comandadas por José Rondeau en calidad de comandante general y José Artigas como segundo de Rondeau.Bajo el mando de estos hombres peleaba "toda la gauchada" y muchos desertores de cuerpos españoles, varios de ellos procedentes del Cuerpo de Blndengues, de la Caballería, de los Voluntarios, de los Dragones así como "el resesto del ejército de Belgrano y setecientos hombres de Castas (indígenas) que iban a reunirse con él, y que sin disputa es la mejor tropa de Buenos Aires que nunca ha desmentido su valor."( en AA, IV pág.405-422).


El triunfo de Artigas en Las Piedras dio paso al sitio de Montevideo. La ciudad, apostadero naval español, recibió inmediatamente la solidaria ayuda del Imperio portugués, que invadió suelo oriental. La lucha contra el vecino invasor se prolongó crudamente, hasta que la necesidad de atender varios frentes hizo que Buenos Aires pactara un armisticio con Montevideo. Los orientales (voz con que se identificabala masa de vecinos, paisanos y soldados que seguían al caudillo Artigas) se reunieron en asambleas para discutir la situación creada. Lo hicieron en tres ocasiones , en las que manifestaron su voluntad de darse una cabeza política y nombraron a Artigas "Jefe de los Orientales". También defendieron su postura contraria a la entrega de sus armas y de las caballadas, recurso básico de la revolución.
Cuando, pese a esta oposición se concretó un armisticio entre Montevideo y Buenos Aires, los orientales decidieron emigrar, en el mes de octubre de 1811, protagonizando un episodio altamente épico que posteriormente la historiografía uruguaya bautizaría como éxodo. Artigas siempre lo denominó "la emigración" y los paisanos lo llamaron "la redota". (pag 31)

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